En España, la mayoría de la población joven se enfrenta a una elevada precariedad laboral. Antes de la crisis de la COVID-19, una de cada tres personas trabajadoras menores de 35 años estaba en situación de pobreza laboral; una de cada dos en el caso de las menores de 24.
Detrás de la precariedad subyace la anómala temporalidad del mercado español, que condena a quienes la padecen a vidas más inestables y menos ingresos, y es desproporcionada entre la población joven. De los más de tres millones de contratos de menos de 7 días de duración firmados este año, más de la mitad corresponden a menores de 35 años.
Aunque los datos publicados hasta septiembre de 2021 nos indican una recuperación del empleo juvenil a niveles próximos a la irrupción de la pandemia, el problema de fondo persiste. Entre enero y septiembre de 2021, más de 9 de cada 10 contratos firmados por personas menores de 35 años han sido temporales.
Oxfam Intermón lleva varios años trabajando para denunciar la vulneración de los derechos de las personas trabajadoras, entre ellas mujeres, jóvenes y migrantes. Acabar con la precariedad del mercado de trabajo español es una de las mejores vías para mejorar la calidad de vida de muchas personas que viven en situación de pobreza social y exclusión.
Oxfam Intermón pide un acuerdo ambicioso en la negociación de la nueva reforma laboral para reducir “la cultura de la temporalidad”, como una de las mejores políticas para acabar con la precariedad juvenil.